lunes, 8 de noviembre de 2010

Wabi Sabi. Pobreza Elegida.











                                                                                          Salam Amelikun!

¡Que la paz sea contigo!

Las moscas no te dejan tranquilo
y el sol inclemente 
olvida la sombra y la atraviesa 
con una bocanada de su aliento 
que lo calienta todo,

Como sabes, aquí en Marruecos
se tapan para refrescarse,
se echan la manta al hombro
para tener frío,
así el cuerpo está más fresco que la tarde,
y aunque muchos prefieren caminar de noche,
el único alivio verdadero
es la sombra oscura de las casas sin ventanas,
con piso de tierra
muros de tierra
y techos de tierra
de varios pisos de vigas de madera
que dejan pasar corrientes de aire
que suben con la misma velocidad
con que la luz baja sin perderse
por los muros de los patios
de hasta seis pisos de alto.

Te habrás preguntado alguna vez,
¿Qué sostiene a la gente en su pobreza?
¿Qué hay de bueno en la pobreza?
pues como el destino no puede ser solo
el cumplimiento de una tremenda injusticia,
habría que ver en ella que hay que deba salvarse
y que hay en ella que debe superarse,
porque una cosa es prescindir de algo
por voluntad propia
y otra muy distinta es pasar hambre
sin querer ayunar
o frío, sin buscarlo.

Pero obviamente acumulamos cosas
que nos esclavizan y que podríamos perder
para liberarnos a ratos o para siempre
y para empezar, de la necesidad de poseer
lo que en verdad no se posee,
como casi todo lo que es fundamental:
¡un paisaje no cambia cuando uno piensa es mío!
ni una persona,
ni un animal,
ni un cuadro,
solo es nuestro dice Borges
lo que hemos perdido,
para mi, dice, que soy ciego
los colores valen más
que para quienes los pueden ver,
pero sería hipócrita hacer
un elogio de la pobreza
así como así
sin darse cuenta
cuanto mejora la vida humana
cuando tenemos la libertad
que da la civilización
de ser un escalador
o un cantor
y no esclavos de la pirámide
o del huerto,
del clima o de las invasiones
de otros pueblos,
muchos avances
obvio, no todos buenos,
pero hay saber distinguir
para no meter toda la cultura
el mismo bulto,
y despreciar lo que es favorable.

No hay que olvidar que la vida
es más difícil que lo que crees,
creo…

Deja los estados de ánimo
no les hagas caso,
de los días malos nacen los buenos,
como “el cielo nacido tras la lluvia”
dice nada menos que Jorge Teillier.

Un abrazo,

Germán del Sol
8 de Noviembre de 2010

martes, 2 de noviembre de 2010

Un Día En El Mas Allá.








El Quique Amenabar, Juan Caribe, Angel Arrigorriaga (que tomò la foto) y yo,
en la isla Margarita, Venezuela, Febrero de 1970



Un día en el mas allá,
los últimos serán los primeros.
Por el momento, y en el mas acá,
no.

A veces,
es mejor viajar ilusionado,
que llegar,
mejor retirarse a tiempo,
que esperar.

A veces,
es mejor pasar por el barro
sin ensuciarse,
que lavarse las manos,
sin pasar por el barro,
por no dejar no más.

Tener hambre es humano
y comer es milagro.
Mejor quedarse con hambre
que comer demasiado.

Es humano ofender sin querer
y queriendo también,
y mas vale pedir perdón tarde,
que nunca.

Celebrar es humano,
y cuando uno quiere
nunca faltan buenos motivos.
Mejor encontrarlos primero,
y celebrarlos después.
No vayamos a repetir los ritos
sin motivo, ni celebrantes.

Cuando se pierde se piensa,
mejor jugar que ganar,
pero siempre es mejor jugar,
que mirar.

Es humano reír y llorar.
Es mejor reírse de uno,
y llorar por otro.

Es mejor divisar cien pájaros volando,
que tener uno en la mano,
dice mi madre,
mejor tener sueños que valgan la pena,
no vaya a ser que se cumplan.

El hermano de don Julio Avilés,
no es tonto ni para soñar:
dice que sueña con gringas.

Mejor tocar primero la campana,
y salir después con la procesión.

Ni el placer ni el dolor
se suman o se guardan.
Son pasajeros,
que no se detienen:
el placer y el dolor, pasan.
Sólo queda, lo que hace falta.

El tiempo tampoco se guarda.
Dejándolo pasar confiado,
uno se asoma a la eternidad.
El tiempo que se cuenta,
es el tiempo perdido.

Pero lo que ha perdido amigo,
lo que no tiene,
no se lo quita nadie,
y tal vez por eso sea
lo ùnico que vale.

German del Sol
Diciembre 2004

A Mi Capitán Luis Rosselot.

“Oh Capitán, mi Capitán", El duro viaje parece concluido, A los lejos se escuchan Ruidos de puerto.... , ...